
El mercado es como ir de compras a tu propia casa o a la casa de los vecinos. La mayoría de los clientes junto con los vendedores se conocen de toda la vida. Existe tanta confianza que incluso seleccionan sus propios productos,

La atención es tan directa y personalizada que las prisas y los nervios de compra por la cola, desaparecen mientras entre unos y otros conversan sin ningun pudor.
Esta foto fue una instantánea muy personal. Como la tendera a pesar de conocer a la familia le ofrece de forma cariñosa una loncha de jamón cocido a la pequeña.
La venta de los producto a diferencia de en el Caprabo que los productos eran los que estaban en la nevera a disposición de los clientes. En la carniceria del mercado, el trato con los clientes es mucho más directo, tanto que los vendedores atienden a las dudas de sus compradores, he incluso le recomiendan los mejores productos segun sus necesidades.
Los productos estan expuestos a la venta en estado más fresco.
Y mientras las mujeres, en su mayoría la que realizan las compras, los maridos esperan pacientes conversando, con los del resto, que como hemos dicho antes, el mercado es un pequeño pueblo donde todo el mundo se conoce.


Dos de las imágenes que más me gustaron, que tal vez pueden ser un reflejo de los consumidores que acuden diariamente al mercado de Sto. Domingo. Un reflejo real de la vida en el mercado.
Y mientras las mujeres, en su mayoría la que realizan las compras, los maridos esperan pacientes conversando, con los del resto, que como hemos dicho antes, el mercado es un pequeño pueblo donde todo el mundo se conoce.

Dos de las imágenes que más me gustaron, que tal vez pueden ser un reflejo de los consumidores que acuden diariamente al mercado de Sto. Domingo. Un reflejo real de la vida en el mercado.
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