Esta práctica la he titulado "Naturaleza invisible", porque hoy en día en las ciudades la única naturaleza que podemos encontrar son los árboles y parques que nos rodean. Para muchos esta naturaleza y los lugares que la comprenden, son invisibles a nuestros ojos. Nos hemos acostumbrado tanto, y la hemos asimilado de tal manera, que pasan desapercibidos. Por eso, para la mayoría la práctica de fotografiar un árbol puede resultar aburrida o demasiado simple como para poder sacarla provecho.

Me fui con mi compañera de piso a dar un rodeo con mi cámara en mano, en busca de algún instante, en este caso árbol que pudiese resultar atractivo. Y es que hasta con el objeto más simple nos volvemos selectivos.
Fuimos hasta una de las zonas más altas del casco viejo de Pamplona, donde se encuentra el edificio del Registro Navarro. Y por casualidad, y sin tener idea alguna de lo que íbamos a encontrar, allí estaba.
Esta fotografía fue tomada por la tarde, sobre las 6 de la tarde. He de decir que en un primer momento, la búsqueda la realizamos por la noche, pero he colgado en primer lugar esta instantánea, para que se pueda apreciar la extraña figura que ha adquirido este singular árbol al cabo de los años.


Estas dos imágenes tomadas desde diferente perspectiva fueron tomadas la noche que di con este singular árbol. La primera, en la que sale una mayor perspectiva del lugar, he variado el punto de vista. Es decir, he reflejado la imagen horizontalmente, de tal manera que los puntos de fuga, marcados por las líneas, tanto del árbol como del "mirador" donde se encontraba tuviesen una mayor sensación de profundidad de campo. La segunda instantánea esta tomada desde el terraplén, con la intención de tomar una perspectiva inferior.
Las fotografías que se muestran a continuación, son planos detallados de las características que he creído conveniente resaltar, o que más me han llamado la atención.
Con la toma desde un ángulo inferior, quería crear la sensación curvilínea y de "vértigo", que tiene el tronco. Y la foto que de una de las copas, fue porque me recordó a las que podemos ver en los documentales de la sabana.
Y por último, y tal vez la más extraña de todas. La intención de esta instantánea era captar la rugosidad del tronco, asi como el musgo y todos aquellos peculiares relieves, aunque puede que sean comunes en la mayoría de los árboles con cierta antigüedad.
A parte de esto, si he considerado esta fotografía especial, es porque inconscientemente uno de mis dedos tapó uno de los flashes incorporados en la cámara. De tal manera, que al contemplar el resultado, me encantó. Simplemente, porque al proyectar el flash a través de mi mano, provocó un efecto rojizo, de llamarada, como si el tronco del árbol estuviera incandescente.